Leonardo Boff contra la libertad de expresión. Atrio.org CVI
La progresía teológica ha mamado una ideología según la cual la libertad de expresión es buena siempre que les permita a ellos hacerse notar sin cortapisas. Si la expresión libre la reclaman otros, entonces se puede atacar, pisotear y conculcar que no pasa nada. Incluso es mejor, que diría José Mota. Es el ABC de las prácticas de los listos. Leonardo Boff da la razón al Gobierno brasileño que está contra la libertad de expresión.
El mundo llega hasta ellos. A partir de ahí, se produce el fin de la historia y todo lo que ellos hagan está bien hecho. Atacan a los dictadores de derechas mientras se arrodillan ante dictaduras de izquierda. Ese es el paquete de medidas que proponen estos angelitos del infierno para un mundo mejor y otra Iglesia posible. Pura bazofia de quienes están envenenados por las aguas pútridas de ideologías que nada tienen que ver con el cristianismo.
Leonardo Boff fue felizmente depuesto de todas sus funciones en la Iglesia, por bocazas y por listillo. Algún que otro monseñor martillo y hoz también debería de haber sido recluido en un monasterio donde redimir sus muchas torpezas y devaneos con el marxismo que es, amén de una ideología felizmente fracasada, un régimen de terror que acabó con cien millones de vidas. Esta es la alternativa que nos presentan los listos de la clase.
Libertad, ¿para qué? ¡Si los únicos que deben usar y abusar de la libertad son personajotes como Leonardo Boff y compañía!
Miguel González